PUEBLOS COMUNIDAD VALENCIANA CASTELLON
Datos del Pueblo |
Torreblanca |
Pueblo |
Localidad: Torreblanca |
Municipio |
Torreblanca/ Comarca: La Plana Alta |
Provincia |
Castellon |
Comunidad |
Valenciana |
Habitantes 2003 |
5430 |
|
Ayuntamiento |
Dirección |
San Antonio, 11-13 |
Código postal |
12596 |
Teléfono |
964420411 |
Fax |
964420125 |
Oficina Turismo |
Contactar con Teléfono citado |
Web Oficial |
Ayuntamiento de Torreblanca |
Web de Interés |
Torreblanca - Guia turística Castellón Torreblanca Patronato Provincial de Turismo |
E-mail municipio |
ayuntamiento@torreblanca.es |
Nucleo de Torreblanca: Torrenostra |
El término municipal de Torreblanca limita con las localidades de Alcalá de Chivert, Benlloch y Cabanes, todas ellas de la provincia de Castellón.
Al sur de la Sierra de Irta, en plena Costa del Azahar, se
encuentra Torreblanca, nombre que tradicionalmente se cree proviene de una de
las antiguas torres vigías: la Torre de Doña Blanca.
Su clima mediterráneo, el aire del mar, en invierno, le da una temperatura muy
agradable y la cordillera costera que va de NE a SO constituye, a manera de
telón una pantalla que evita la penetración de aires fríos y le proporciona el
resguardo de los vientos norteños y del oeste.
Se accede a esta localidad desde Castellón tomando la N-340 o la autopista AP-7
(salida 44). También cuenta con acceso ferroviario (RENFE).
El núcleo demográfico que con el tiempo, habrá de recibir
el nombre de Torreblanca, estuvo ubicado, desde un principio, dentro del enclave
geo-histórico de Miravet, limitado por la Sierra de Irta y el cabo de Oropesa.
Es evidente la romanización de toda esta zona, ya que la costa de Torreblanca
fue muy visitada por naves romanas. En cuanto al descubrimiento de hallazgos
mencionar que con motivo de roturación de terrenos se hallaron 204 monedas de
oro de los siglos I y XI.
El 27 de abril de 1225, Jose Luis Barrera de Aragón concede al obispo de Tortosa
los castillos de Miravet y Trini Cherta, con todos sus términos, masías,
alquerías e iglesias. El castillo de Miravet suponía un distrito constituido por
la propia fortaleza y comprendía el vecino castillo de Albalat, la villa de
Cabanes y los lugares que con el tiempo habían de ser Benlloch y Torreblanca. En
esta donación aparece el nombre la "Torre de Luppricato", que por la referencia
y siguiendo las localizaciones que nos indica, iba a ser con el tiempo la actual
Torreblanca.
El origen de su nombre, "Torreblanca", es objeto de controversia; según la
opinión más extendida, fue recibido por la localización de la Torre del Marqués,
edificio cuadrangular, almenado, con aspilleras de defensa y barbacana, de
cuidada hechura medieval. Se supone heredado de Doña Blanca de Cardona, que pudo
ser muy bien Doña Blanca de Aragón, hija del Infante Ramón Berenguer, y nieta,
por tanto, de Jaime II de Aragón. Estos datos y referencias concuerdan con que
Doña Blanca pudo dar nombre a la "Torre" y ésta a la villa. Algunos
historiadores, sin embargo, sostienen la teoría de que el nombre de Torreblanca
tiene su origen en los blancos muros de la Iglesia-fortaleza de San Francisco.
Diversos historiadores han querido localizar la "Torre de Luppricato" y tras
interpretar los lindes de la concesión de Miravet, la ubicación de la Torre la
sitúan en la iglesia-fortaleza de San Francisco: el grosor de sus muros, las
aspilleras a ras del suelo actual, las que coronan el edificio, la barbacana y
la puerta de dovelas, nos prueban su primitivo carácter defensivo y su
antigüedad.
La piratería llegó a ser un medio de vida para ambas riberas de Mediterráneo. En
evitación de sorpresas los cristianos del reino de Valencia establecieron un
servicio de vigías con puestos fijos en torres o atalayas y correos de aviso.
En 1397, se produce el asalto de los piratas berberiscos que saquean la
población, llevándose alhajas de la iglesia y la Hostia consagrada con la
Custodia. Al saberse la noticia, el Consejo del Reino acordó organizar una
armada que castigara la injuria y recuperar las Sagradas Formas, trasladando el
acuerdo al Rey D. Martín I para que favoreciera la empresa. Incluso Benedicto
XIII promulgó la Bula para la cruzada.
Desde Ibiza la armada se dirigió a Telediç y, tras el desembarco, la ciudad fue
presa del saqueo de los cristianos durante dos días con el: incendio,
destrucción, matanza de más de mil musulmanes y tomando cerca de trescientos
prisioneros. El botín fue cuantioso y se recuperaron las sagradas formas y la
custodia.
El hecho del sangriento combate de Telediç daría pie a la leyenda de la
aparición de un león en medio de la batalla. Cuenta la tradición que cuanto más
encarnizada era la batalla, bajó de la montaña un león matando al que tenía la
Custodia la reintegró al capitán cristiano. Esta tradición se ha incorporado a
la heráldica: Los leones rampantes sostenien o agarran la Custodia junto a las
barras de la casa de Aragón, rememorando la conquista del lugar por las huestes
de Jaime I.
El 30 de agosto de 1576, el obispo de Tortosa otorga carta puebla a 38 familias
para ocupar casas y cultivar tierras, abandonadas durante más de un siglo. El
crecimiento de la villa a lo largo del siglo XVII es constante y el consell
tiene ya personalidad suficiente para litigar con Cabanes por las leñas y la
caza en el Prat, al propio tiempo que sostiene pleitos por sus derechos de
herbaje y pesca con Doña Blanca de Cardona, consiguiendo amojonar sus terrenos.
En el siglo XVIII, levantará nueva Iglesia Parroquial y edificará su casa de la
Vila. Ya en 1896, Torreblanca solicita del gobierno un embarcadero para su
playa. Fue una de las pocas poblaciones que se adhiere a la creación de un
sindicato para defender la producción naranjera. Formará parte de la comisión de
alcaldes que por vez primera piden el Canal del Ebro. En 1935 solicita una
carretera turística entre Peñíscola y Oropesa, así como la construcción de un
puerto pesquero, toda vez que faenan hasta 120 barcas de arrastre y "trasmallo".
Tantas ilusiones o empeños van cayendo en la indiferencia y la gente de mar
emigra a Peñíscola o Grao de Castellón. Torrenostra va despoblándose y solamente
el empeño de la villa la hará renacer a partir de la década de los 60 del pasado
siglo, resurgiendo la playa de Torreblanca, "Torrenostra" como un núcleo
turístico.