PUEBLOS COMUNIDAD VALENCIANA CASTELLON
Datos del Pueblo |
Morella |
Pueblo |
Localidad: Morella |
Municipio |
Morella / Comarca: Els Ports |
Provincia |
Castellon |
Comunidad |
Valenciana |
Habitantes 2003 |
2.782 |
|
Ayuntamiento |
Dirección |
Segura Barreda, 28 |
Código postal |
12300 |
Teléfono |
964160034 |
Fax |
964160762 |
Oficina Turismo |
Contactar con Teléfono citado |
Web Oficial |
Ayuntamiento de Morella |
Web de Interés |
Todo Sobre Morella de Castellon
CONQUISTA MORELLA :: JUEGO MULTIJUGADOR EN LINEA Morella - Guia turística Castellón |
E-mail municipio |
ajuntament@morella.net |
Nucleos de Morella: La Bespa, Castellons, Xiva de Morella, Primera del Rio, Font d'en Torres, Herbeset, Segunda del Rio, Muixacre, Els Llivis, Morella La Vella, Ortells, La Puebla de Alcolea, La Roca, Vallivana. |
Localidades limítrofes
Zorita del Maestrazgo, Palanques, Forcall, Villores, Cinctorres, Castellfort,
Ares del Maestre, Catí, Todolella, La Mata, Vallibona, Castell de Cabres y
Herbés todas ellas en la provincia de Castellón.
Morella, ciudad limítrofe entre Teruel y Tarragona,
aparece ante los ojos del visitante rodeada del encanto que le transmiten sus
murallas centenarias y coronada por su robusto castillo, a más de mil metros de
altitud y sus puertos de montaña son Torre Miró (1259 m.) y Querol (1020 m.).
El relieve abrupto y montañoso de la comarca de Els Ports siembra el camino para
llegar a Morella atravesando barrancos, bosques de pinos, carrascas, robles,
ramblas y muelas.
Su clima es mediterráneo de alta montaña, con veranos frescos e inviernos muy
frios con heladas frecuentes y abundantes nevadas. Durante los meses más
centrales del invierno, el fuerte viento de maestral (NO), que frecuentemente
sopla en esta zona, provoca que la sensación térmica descienda en numerosas
ocasiones de los -20ºC.
Encaramada espectacularmente en la ladera de una montaña,
la ciudad amurallada de Morella, la antigua Castra Aelia de los romanos y feudo
del carlismo en tiempos del general Cabrera, señorea el paisaje del Alto
Maestrazgo. Morella puede exhibir una historia tan antigua como ilustre. En su
comarca se han encontrado numerosos e interesantes restos arqueológicos y
todavía se conservan las pinturas rupestres de Morella la Vella que atestiguan
la presencia del hombre prehistórico por estas tierras. En Les Solanes fueron
halladas alrededor de una veintena de sepulturas de la Edad de Bronce e hipogeos
en Hostal Nou, reliquias prehistóricas que fueron lamentablemente destruidas.
Morella fue uno de los primeros pueblos asentados en tierras españolas, ya que
se considera que su fundación data del período eneolítico, que se sitúa entre el
año 2500 adC y el 200 adC.
Con la llegada de los celtas se estableció en el actual emplazamiento de Morella
la tribu de los beribraces o brigaces. De la estancia de los griegos por la
comarca da fe, como inestimable testimonio, el denominado Tesoro de Morella,
cuyas valiosas monedas, entre las que destacaban las procedentes de Creta, Taras
y Magna Grecia, se han perdido. Los cartagineses no lograron someter a los
ilercavones, descendientes de los beribraces. Aníbal pactó con ellos y los
convirtió en aliados suyos. Mandonio, régulo de Mandonia (Morella), participó en
las guerras púnicas y los ilercavones lucharon unas veces al lado de los
cartagineses y otras a favor de los romanos, siempre en defensa del ideal de
independiencia. Tras la muerte del general Quinto Sertorio, que se había
rebelado contra el poder de Roma, toda la comarca pasó a depender de los
romanos. Morella fue profundamente romanizada y sus habitantes siguieron las
costumbres y aceptaron las leyes romanas. La ciudad adquirió el título de
municipio romano y se integró en la provincia Tarraconense. El paso de los
visigodos por Morella dejó escasas huellas históricas. No obstante, se considera
que las iglesias de San Nicolás de Morella y de San Pedro de Castellfort son de
origen visigótico por lo que respecta a su fundación. Los vándalos tomaron
Morella a sangre y fuego y la ocuparon durantes unos tres años, abandonándola el
año 411. Los visigodos mandados por Ataúlfo conquistaron la Tarraconense el año
414, pero Morella, mediante un pacto, quedó dependiendo de Roma hasta que Eurico
se adueñó totalmente de la provincia en el año 476.
Fue ocupada por los bereberes el año 714.
Posteriormente, la ciudad pasaría a depender del rey árabe de Tortosa. Por esta
época aparece vinculado a Morella el nombre del Cid que, parece ser, fue quien
precisamente reconstruyó su castillo. En las inmediaciones de Morella se
desarrolló una famosa batalla durante la dominación musulmana, de la que fue
principal protagonista Rodrigo Díaz de Vivar, contra el que unieron sus fuerzas
el rey moro de Tortosa y el rey cristiano Sancho Ramírez de Aragón. El Cid les
presentó batalla al pie de Morella el 14 de agosto de 1088, en el llamado Pla
del Rei, derrotando a sus oponentes, haciendo prisioneros a 2.000 mesnaderos y a
numerosos nobles cristianos y jeques árabes.
El año 1117 el rey don Alfonso I el Batallador reconquistó Morella por primera
vez para los cristianos. Vuelta la ciudad a poder de los musulmanes, el conde
Ramón Berenguer intentó apoderarse de ella el año 1157, tras la conquista de
Alcañiz, pero no lo consiguió. Había de ser Jaime I el Conquistador quien, el
año 1232, expulsase definitivamente a los árabes. Las fuerzas cristianas que
reconquistaron Morella estuvieron dirigidas por don Blasco de Alagón -conocido
por el sobrenombre de El Mayor-, que fue señor feudal de la ciudad, la cual, a
su muerte, pasó a depender directamente del poder real. Don Blasco publicó el 16
de abril de 1233 la primera carta-puebla de Morella, que concedía a sus
habitantes los fueros de Sepúlveda y Extremadura. Posteriormente, el rey don
Jaime suprimió el feudo y anuló la carta-puebla, dictando otra el 16 de febrero
de 1249. Jaime I se comportó generosamente con los morellanos y les otorgó el
honroso privilegio de la fidelidad.
El año 1672 sufrió los estragos de una epidemia que los documentos de la época
denominan fiebres malignas. Desde entonces se celebran en Morella las famosas
Fiestas Sexenales, en conmemoración de la decisión tomada el 14 de febrero de
1673 de celebrar una novena cada seis años en acción de gracias por la salvadora
intercesión de la Virgen de Vallivana cuando Morella sufrió esta epidemia de
peste.
Durante la Guerra de Sucesión, Morella tomó partido por Felipe V. Los
partidarios del Archiduque Carlos, al mando de Mut de Valjunquera, intentaron
entrar en Morella, pero fueron derrotados en la sierra de San Marcos. Morella
tuvo que rendirse, al fin, el 3 de febrero a las fuerzas de Felipe V que la
sitiaban. Bajo el reinado de este monarca, Morella se convirtió en capital de
Gobernación Militar y Política.
En 1808 se sumó al patriótico levantamiento contra
Napoleón; como en muchos lugares fueron las clases populares las que se
enfrentaron con las tropas invasoras. Por fin, en octubre de 1813 las fuerzas
españolas, mandadas por el general Elío, consiguieron reconquistarla.
En los años del reinado de Fernando VII, Morella se vio envuelta en constantes
convulsiones políticas, enfrentándose abierta y enconadamente los partidarios de
la Constitución de 1812 y los partidarios del absolutismo, denominados
realistas.
Los enfrentamientos culminaron el 5 de junio de 1822, cuando un grupo de
absolutistas hicieron que la guarnición de Morella se rindiese, haciéndoles
creer que contaban con fuerzas muy numerosas. Doce días más tarde las tropas
gubernamentales recuperaron la ciudad. No obstante, un año después los
absolutistas volvieron a ocupar la población.
Al morir Fernado VII en 1833 y encenderse la cruel guerra carlista entre los
partidarios del hermano del rey fallecido, don Carlos, y los de la reina madre
María Cristina, de nuevo volvió a ser escenario de cruentas luchas y avatares
sin cuento. Morella fue conquistada por el ejército de Ramón Cabrera el 26 de
enero de 1838, defendida victoriosamente ante el ataque de las cinco divisiones
del general Oraá en verano del mismo año, y convertida en la capital carlista
del territorio controlado por Cabrera hasta 1840. Cuando la tercera guerra
carlista terminó, Morella se dedicó durante años a restañar los daños
experimentados en la contienda.
Como consecuencia de todo su pasado histórico se ha convertido en una población
de gran atractivo turístico y monumental.
Morella ha sido y es centro comercial de su comarca por que cabe decir que predomina en su economía el sector servicios, impulsado en la actualidad por el turismo, tanto interior como exterior. La agricultura y la ganadería (porcina y avícola) complementan su actividad económica.
La gastronomía morellana se nutre de los productos de la zona: cordero, cerdo, embutidos y jamones, trufas, etc. Platos típicos: ternasco, gallina trufada, sopa de flan, sopa morellana, conejo con vaquetes, perdiz en escabeche, robellones, croquetas morellanas, cecina, cuajada, flaons.
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