PUEBLOS COMUNIDAD VALENCIANA VALENCIA
Datos del Pueblo |
Llombai |
Pueblo |
Localidad: Llombai |
Municipio |
Llombai / Comarca: La Ribera Alta |
Provincia |
Valencia |
Comunidad |
Valenciana |
Habitantes 2003 |
2320 |
|
Ayuntamiento |
Dirección |
Plaza Mayor, 1 |
Código postal |
46195 |
Teléfono |
962550403 |
Fax |
962550463 |
Oficina Turismo |
Contactar con Teléfono citado |
Web Oficial |
Ayuntamiento de Llombai |
Web de Interés |
Salvador Climent, Llombai |
E-mail municipio |
llombai@gva.es |
El término municipal de Llombay limita con las siguientes localidades: Alfarp, Catadau, Dos Aigües, Montserrat, Montroi, Picasent, y Real de Montroi, todas ellas de la provincia de Valencia.
Situado en el valle del río Magro, entre los últimos
bordes del macizo cretáceo del Caroig.
Por la parte occidental penetran algunas estribaciones de la sierra del
Caballón, dando lugar a las mayores alturas del término (680 msnm,
aproximadamente).
El valle del Magro, relleno de sedimentos cuaternarios, es la parte más fértil y
en él se cultiva el naranjo y las hortalizas. Al oeste del río aparece una
franja de terrenos miocénicos y luego las calizas cretáceas de la sierra
Falaguera. Al norte de la población se encuentra la "Cova de les Meravelles",
abundante en estalagtitas y estalagmitas.
Sus primeros habitantes fueron de finales del Paleolítico
Superior y principios del Neolítico, con abundantes muestras materiales de éste
último en el término municipal y en los cercanos. El pueblo se asenta muy
posiblemente sobre un poblado íbero, que seguramente no sería en único en la
zona. Con la posterior romanización el pueblo se pasó a llamar Lumbardium, que
viene de que el pueblo se asienta en una loma. Por esa misma época por el
término aparecen más núcleos de población pueblos o pequeñas aldeas, todos hoy
desaparecidos o deshabitados. Son los casos de Cabanes, Torralba, Aledua (la
única de la que queda algo en pie) y la villa romana de Ondara.
La mayoría de los asentamientos desaparecieron en la época del Bajo Imperio
durante la crisis del siglo III y quedaron como lugares de defensa, a excepción
de Aledua, también conocido como Eleydua, que continuó habitado hasta el siglo
XVII.
Con la entrada del regimén visigodo el poblado pasa a llamarse Lumba, citado
pues en el existía el límite de la diócesis de Elche, muy importante en su
tiempo.
Poco se sabe de Llombay en los tiempos musulmanes, cuando paso a llamarse
Alumber. El único dato conocido es que el Don Rodrigo Díaz de Vivar, más
conocido como El Cid Campeador, paso por allí, después de haber atacado el
cercano castillo de Alcalà o Alcalans (de ahí el nombre de la antigua comarca) y
de haber capturado a su alcaide.
Conquistada por Jaime I en 1238, durante el Repartiment el pueblo de Llombay fue
dado al Caballero Gaulabia. Su señorío fue concedido a Gonzalo García, señor de
Mogente, en 1336 por el rey Pedro el Ceremonioso, con jurisdicción alta y baja y
mero imperio. Hacia el final del mismo siglo XIV, pasó a la familia Centelles.
El 21 de abril de 1404 tuvo lugar en las cercanías del pueblo la Batalla del
Forcat, una batalla entre las familias nobles de los Centelles, a los que
claramente apoyaban los habitantes de Llombay ya que estos eran sus barones, y
los Vilaraguts, que formaban parte del bando de los Soler.
A mediados del siglo XV la familia Borja, más conocida por el italismo Borgia,
compró la Baronia a la heredera de Guillem Ramón Centelles en 1494, es decir,
que los papas Alejandro VII y Calixto III fueron, además de los líderes
eclesiásticos del cristianismo católico, los barones de estas prósperas tierras.
Carlos I decidió darle a Francisco de Borja el rango de Marqués de LLombay,
convirtiéndose en el primer marqués de este pueblo. Con él empezó un cambio
drástico en por aquel entonces pequeño pueblo habitado mayoritariamente por
moriscos a convertirse en un importante centro cultural y espiritual de la zona,
gracias a la construcción del convento de los Dominicos y a la iglesia de la
Santa Cruz (un importante y desconocido ejemplo del último gótico rural que
queda en España).
El pueblo sufrió mucho durante la expulsión de los moriscos quedando así muy
pocas familias cristianas en el lugar, propiciando así la desaparición del
poblado de Aledua y el gran descenso de población en Llombay, esto favoreció la
extensión de apellidos autóctonos hoy muy abundantes en este pueblo como Bisbal,
Martínez, Sans, Noverques y Climent.
Hoy en día el pueblo se mantiene en un estado económico aceptable debido a las actividades relacionadas con la industria de confección en piel y a las actividades agrícolas y ganaderas. Además se está convirtiendo en un apreciado punto del turismo del interior gracias a sus parajes naturales del Estepar, la Malà, la Colaita, la Cova de les Meravelles y els Estrets del Magre.